La implementación de nuevos marcos regulatorios
en varios países de Latinoamérica ha creado un clima más optimista que alienta
las expectativas de inversiones en la región, coincidieron el jueves varios
líderes de organismos multilaterales y empresarios reunidos en Miami.
El uruguayo Bernardo Guillamón, gerente de la
oficina de Alianzas Estratégicas del Banco Interamericano de Desarollo (BID),
dijo que varios inversionistas ya han enfocado su atención en países como
Argentina y Colombia.
“En
Latinoamérica hay distintos ritmos [de inversiones] y obviamente Argentina
despierta mucha expectativa por las nuevas oportunidades que generan los
cambios, los nuevos marcos regulatorios”, dijo Guillamón a el Nuevo Herald,
tras su presentación en el Latam Leaders Forum, organizado en Brickell.
Guillamón destacó que Argentina atraviesa
actualmente por una etapa en la que se busca adoptar nuevas leyes que regulen y
promuevan las inversiones en el sector energético.
En ese sentido, la jefa de inversiones de la
Corporación Interamericana de Inversiones (CII), Gema Sacristán, destacó los
esfuerzos para impulsar el sector energético en Argentina.
“Vemos que Argentina está despertando mucha
expectativa por que está queriendo aprobar una regulación nueva para [el sector
de] energía renovable”, dijo Sacristán. “Pero tenemos que ver, el gobierno
lleva poco tiempo”.
Argentina es gobernada por Mauricio Macri,
quien asumió la presidencia del país el pasado diciembre, en reemplazo de
Cristina Kirchner.
Sobre el caso de Colombia, Guillamón destacó
que el anuncio del acuerdo de paz también ha despertado las expectativas de
inversión.
A fines de agosto, y tras casi cuatro años de
negociaciones, el gobierno de Juan Manuel Santos anunció un acuerdo de paz con
las FARC, la guerrilla más antigua del continente con 52 años levantada en
armas. La firma del acuerdo de paz será sometida a consulta popular en ese
país.
El funcionario del BID también destacó el caso
de Guatemala, país centroamericano cuyo crecimiento económico se eleva por
encima del 3 por ciento, un índice que supera el promedio regional.
Al respecto, el ministro de economía de
Guatemala, Rubén Morales, dijo que las proyecciones de crecimiento de ese país
a mediano plazo apuntan a 5.1 por ciento, basado en una economía de desarrollo
incluyente, que le ofrezca oportunidades a las jóvenes generaciones.
Morales destacó que el encarcelamiento del ex
presidente Otto Pérez Molina ha sido asumido por la población como una muestra
de la lucha contra la corrupción. También se refirió a casos de corrupción y de
falta de transparencia que han frenado, por ejemplo, proyectos de carreteras en
la costa del Pacífico.
No obstante, consideró que esos casos eran
obstáculos que no habían frenado la transición del país para encarar un “futuro
alentador”.
“Guatemala, como país, logró sobrevivir
pacíficamente esta transición. En otro momento hubiera habido un golpe
militar”, dijo Morales. “Pero ahora nos sentimos orgullosos de lo que está
pasando en Guatemala”.
Tras referirse a Latinoamérica como una región
volátil, Adriana Cisneros, directora ejecutiva de Cisneros —grupo corporativo
familiar con inversiones en medios y el sector inmobiliario—, destacó que el
desarrollo de nuevas tecnologías, como el internet, ha logrado llegar a zonas
rurales de la región donde se puede ver a niños descalzos pero que tienen
acceso a teléfonos inteligentes.